miércoles, 9 de noviembre de 2011

Kurt Gerstein


Kurt Gerstein (Münster, 11 de agosto de 1905 - París; 25 de julio de 1945) fue un militar e ingeniero de minas alemán de religión protestante, que se afilió al Partido Nazi y a las SS, donde alcanzó el rango de oficial (teniente) y fue destinado al Instituto de Higiene de las Waffen SS. Es controversialmente famoso por aclamarse a sí mismo como un anti-nazi, saboteador y denunciante que realizó una solitaria e infructuosa lucha al interior y en contra de la maquinaria de exterminio de los campos de concentración nazis que provocó el llamado Holocausto judío. Su testimonio quedó registrado en el llamado Informe Gerstein que sirvió de prueba en los Juicios de Nüremberg en contra de altos dignatarios nazis, especialmente en el llamado "Juicio de los doctores".

Por su preparación técnica, Gerstein fue incluido en la unidad secreta encargada de llevar a cabo la Solución Final: el exterminio de los judíos y otros "subhombres" en los campos de concentración. En esta condición, presenció en agosto de 1942 los primeros gaseamientos masivos de prisioneros en los campos de Belzec y Treblinka (Polonia). Horrorizado, decidió dar testimonio al mundo del Holocausto en curso. Para ello, se entrevistó con diplomáticos de países neutrales, como Suecia y Suiza, con autoridades religiosas e incluso con personas vinculadas a la resistencia holandesa, sin conseguir que se diera crédito a su información, reputada inverosímil por demasiado horripilante y por provenir de fuente tan poco fiable como un miembro de las SS. También intentó hablar con el Nuncio de la Santa Sede en Berlín a fin de que éste alertara al Papa Pío XII, pero sus solicitudes de audiencia fueron reiteradamente rechazadas.
Mientras colaboraba objetivamente con la "solución final", como uno de los encargados del aprovisionamiento del letal compuesto Zyklon B utilizado en las cámaras de gas, Gerstein llevaba a cabo inocuos actos de sabotaje -como informar falsamente que el producto se había deteriorado en el transporte y era preciso enterrarlo por razones de seguridad- y, sobre todo, tomaba minuciosa nota de cuantos crímenes presenciaba o le relataban sus compañeros y del funcionamiento general del sistema de exterminio. Al final de la guerra elaboró un relato sobre todo ello, base del conocido como Informe Gerstein, que, pese a algunos errores y notables exageraciones cuantitativas, constituye una prueba de primera mano de los horrores en los campos de la muerte nazis.
En los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, Gerstein desertó y se entregó a los aliados, siendo trasladado a la prisión militar parisina de Cherche-Midi, en París, donde fue interrogado por oficiales franceses e imputado inicialmente como precursor y culpable de genocidio. El 25 de julio de 1945 apareció ahorcado en su celda, supuestamente por su propia mano. Su memoria y honra no fue rehabilitada hasta 1965.

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