Albert Speer (1905-1981), arquitecto y
político alemán, nacido en Mannheim (Alemania). Speer obtuvo su
titulación en arquitectura en 1927 tras estudiar en Berlín. Ingresó
en el Partido Nacionalsocialista (nazi) en enero de 1931 después de
escuchar a Adolf Hitler en un acto público en Berlín. Su eficiencia
y talento llamaron la atención de éste y, cuando Hitler se
convirtió en canciller en 1933, nombró a Speer su arquitecto
personal. Recibió muchos y grandiosos encargos, incluido el diseño
del estadio de Nuremberg, lugar de celebración del congreso del
partido nazi en 1934, y el edificio de la Cancillería en Berlín.
Colaboró personalmente con Hitler en la remodelación de Berlín. Su
estilo arquitectónico se basaba en un clasicismo simplificado,
identificado por sus formas monumentales. En 1942, durante la II
Guerra Mundial (1939-1945), Speer fue nombrado ministro de Armamento
y Construcción. Utilizó prisioneros para construir vías de
comunicación estratégicas y líneas de defensa. Hacia 1944,
consciente de que Alemania perdería la guerra, intentó en vano
convencer a Hitler para que se rindiera. Parece que Speer consideró
la posibilidad de atentar contra la vida de Hitler cuando éste,
seguro de la derrota, ordenó la destrucción de las infraestructuras
de Alemania. Acabada la guerra, Speer se confesó culpable en los
juicios por crímenes de guerra de Nuremberg y estuvo encarcelado en
la prisión de Spandau hasta 1966. Tras su puesta en libertad publicó
sus memorias bajo el título Dentro del III Reich (1970) y
Diario de Spandau (1976).
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